Me llevé como aprendizaje más liviandad, darme cuenta que puedo subirme a un escenario y no es tan grave. Es más, me gusta. Observo ahora que a través de mi cuerpo puedo expresar y llegar más en lo que quiero mostrar a quien tengo al frente. Aprendí a usar mi respiración para reforzar la voz, ejercité mi creatividad y encontré la chispa que me impulsa a salir del freezing que me produce el miedo. Aprendí que puedo ser mi personaje que necesito para ciertos momentos y es un buena herramienta para enfrentar situaciones. Tuve experiencias concretas con muy buenos resultados. Recojo las palabras de Elisa que la vida es un teatro… todo que ver.

FRANCISCO MONSALVE
Taller Inicial

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